Con pocos ingredientes y un paso a paso mucho más sencillo de lo que piensas. Atrévete a preparar tu propia pasta y verás qué diferencia
Preparar la pasta en casa forma parte de la cultura gastronómica de cualquier hogar italiano. Las recetas de la nonna (abuela) pasan de generación en generación y amasar y cocinar este producto es un ritual en el que puede participar toda la familia. Sin embargo, pese a que la pasta se ha exportado a lo largo y ancho del mundo, lo más habitual es comprarla seca en el supermercado. En menor medida, también hay quien prefiere la fresca, disponible en las secciones refrigeradas, y pocos son los que se atreven a prepararla en casa.
Ahora bien, una vez has comido un plato de spaguetti amasados y secados por ti, no querrás desempaquetarlos nunca más. La textura, el sabor y la delicadeza de la pasta casera es inigualable y, la verdad, no es tan difícil como parece a priori. Además ¡puedes congelarla! Organiza una tarde en familia, hazte con todos los ingredientes y disfruta de una de las costumbres italianas más deliciosas. Te damos todas las claves para que sea todo un éxito.
Pasta fresca al huevo, ¿qué necesitas?
Ingredientes:
500 g de harina
4 huevos
Una pizca de sal.
Agua
Cómo preparar la masa:
-Hacer un volcán con la harina
-Romper los huevos en el centro
-Añadir la sal
-Batir los huevos e ir incorporando, poco a poco, harina de los bordes
-Una vez haya cogido consistencia de crema el centro, mezclar con las manos, primero más despacio con los dedos y después con energía, sirviéndote de toda la mano, durante unos 15 minutos
-El resultado debe ser una masa uniforme y flexible, jugosa pero no húmeda, que se despega fácilmente de los dedos
-De no ser así es el momento de corregir: añadir harina si está húmeda o agua si está seca
-Tapar la masa con film y deja reposar en el frigorífico al menos media hora
-Coger una porción de un cuarto de la masa y volver a tapar el resto
-Esparcir un poco de harina sobre una superficie limpia de trabajo
-Estirar la masa con un rodillo manual
-Colocar la masa en un rodillo mecánico para pasta y pasar tantas veces sea necesario hasta dar con el grosor deseado, dependiendo del tipo que quieras preparar (la pasta rellena pide un grosor menor)
-Si se rompe en este paso no te preocupes. Vuelve a unir la pasta y empieza de nuevo
-¡Lista la pasta para darle la forma que quieras!
-Diferentes tipos de pastas
Cuando tengas las láminas de pasta al huevo listas debes elegir qué tipo te apetece cocinar. ¿Spaguetti? ¿Tallarines? O quizá unos ravioli o tortellini para rellenar de salsa boloñesa, queso ricottao setas. La puedes cortar a cuchillo o bien hacerte con algunos gadgets de cocina que te facilitarán la tarea y que puedes encontrar fácilmente en el mercado. Incluso, es posible que el rodillo mecánico tenga opciones de corte.
Una vez dada forma, deja secar la pasta sobre una bandeja bien enharinada, o bien, en un secador de pasta, que debes enharinar previamente también, pues puedes tener un disgusto de última hora si se pega la pasta.
Último paso: cocción
La cocción se hace en abundante agua con sal y el tiempo depende del tipo de pasta y el grosor, aunque suele variar entre los 2 y los 8 minutos. Es importante, además, mover con delicadeza para evitar que la pasta se pegue, sobre todo durante los primeros minutos.
(Fuente: Hola.com)
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