Pese a sus muchos beneficios, la era del gimnasio ha hecho que salir a caminar pase a un segundo plano. Aquí te cuento algunas razones para hacerlo.
¿Crees que para mantener un estilo de vida activo hay que ir al gimnasio? Salir a caminar a diario es muy beneficioso y aquí te cuento ocho razones para hacerlo.
Pese al maravilloso clima que tenemos, cada vez son menos las personas que deciden realizar su actividad física al aire libre. Actualmente, eso de salir a caminar a diario ha pasado a un segundo plano. Sin embargo, existen muy buenas razones para hacerlo.
El último informe anual del Mercado Europeo del Fitness y la Salud refleja que el fitnessse ha consolidado como la actividad física más practicada en Europa y sitúa a España como uno de los principales líderes del sector. De hecho, parece que en nuestro país constituye la actividad deportiva de mayor volumen.
Salir a caminar ayuda a reducir la grasa corporal
Caminar constituye una actividad física ideal para quemar grasa corporal. Esto se debe a que permite mantener una frecuencia cardíaca (FC) entorno al 65% de la FC máxima (220-edad en hombres y 226-edad en mujeres).
De este modo, queda garantizado el uso de la grasa corporal como combustible energético principal. Además, a diferencia de otras actividades cardiovasculares, preserva la masa muscular.
Aumenta la liberación de serotonina
La serotonina es un neurotransmisor fundamental para la regulación de la conducta social, las emociones, el estado de ánimo y algunas funciones fisiológicas como el sueño, la alimentación y la contracción muscular. Su déficit está relacionado con algunos trastornos mentales como la depresión y los trastornos de la conducta alimentaria.
La exposición a la luz solar y la práctica de actividad física aumentan la producción de serotonina. Esto supone un mejor estado de ánimo y un menor riesgo de depresión y deterioro cognitivo. Entonces, ¿Qué mejor que salir a caminar?
Favorece la síntesis de vitamina D
La vitamina D es imprescindible para mantener una buena salud ósea, inmunitaria y cerebral. Nuestra principal fuente de vitamina D es la piel que, en contacto con los rayos del sol, transforma el 7-dehidrocolesterol en vitamina D3.
Así, la exposición a la luz solar resulta fundamental y, para ello, caminar al aire libre es perfecto. Lo ideal sería exponer el 10% de nuestro cuerpo al sol, cada día, durante 30 minutos y sin protección solar. Por favor, es muy importante que únicamente te expongas al sol sin protección durante el periodo de tiempo mencionado.
(Fuente: Mejor con Salud)
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