NEP / 6 de julio del 2018 - Por: Gimena Rojas Esté
En el año 1979 Juan José “Cheche” Vidal tenía 18 años y terminaba su primera temporada como futbolista profesional, había sido nominado como Atleta del Año en el país y esperaba con ansias la reunión con el presidente del Club para el cual jugaba, donde negociaría su contrato para la siguiente temporada.
En aquella época, no había agentes, ni representantes que negociaran por los atletas del balompié, les tocaba enfrentarse solos a pesar de lo jóvenes e inexpertos en el tema.
“Cheche” sabía que merecía un aumento de sueldo, ya había conversado el tema con sus compañeros brasileños y su estrategia fue fijar el piso de la negociación en algo comparable a lo que le pagaban a los jugadores extranjeros.
Convencido de que su trabajo valía más de lo que le pagaban, inmediatamente al comenzar la entrevista el presidente del Club preguntó: “¿Cuáles son tus aspiraciones Cheche?”, a lo que el futbolista respondió que consideraba debían pagarle lo mismo que a los jugadores extranjeros.
El presidente del Club soltó una sonrisa y dijo: “En Venezuela nunca se le pagará al jugador venezolano lo que se le paga al jugador extranjero”.
“Entonces me iré a otro país para que me paguen como extranjero, por lo que me dice, es la única manera que me paguen lo que merezco como venezolano”, le señaló Vidal.
Desde ese momento, “Cheche” entendió que el fútbol en Venezuela era profundamente injusto y que aceptar jugar sin hacer algo por mejorar aquella situación, validaba esa indigna visión que se tenía sobre los futbolistas venezolanos.
Se radicó en el extranjero y comenzó una carrera vinculada al deporte internacional a otra escala profesional, que le permitió seguir de cerca la ruda realidad del fútbol en Venezuela.
Con el pasar del tiempo, hacia finales de la década de los 80, cuando la mayoría de los compañeros de la generación de “Cheche” pasaban al retiro, el futbolista viajó a Venezuela y junto a un grupo de ex-jugadores fundaron la actual Asociación Única de Futbolistas Profesionales de Venezuela.
Los dirigentes federativos de entonces se ocuparon de torpedear todo esfuerzo de aquella incipiente asociación, y sobre todo, iniciaron una desigual batalla contra la mayoría de sus fundadores, por lo cual llevaron la lucha por la reivindicación de los futbolistas nacionales a otro nivel, fundando otra organización llamada Fútbol Mejor.
Durante los años de vida y lucha de Fútbol Mejor, la Asociación de Futbolistas quedó reducida a su mínima expresión.
Para comienzos de este siglo, esa lucha que inició Fútbol Mejor, las victorias de la Vinotinto, y otros cambios en el país, generaron un súbito y descontrolado interés comercial por el fútbol nacional que deslumbró a todos, y que hizo palidecer cualquier esfuerzo por fortalecer la unión de jugadores alrededor del gremio.
En tiempos recientes, la Asociación logra un reconocimiento internacional muy importante que legitima su naturaleza organizativa como la de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro). Esto realza el reconocimiento de los jugadores hacia la Asociación y dinamiza de manera definitiva la activación de la organización.
Toda esta historia alcanza su momento cumbre semanas pasadas, cuando todos los jugadores profesionales autorizan a la Asociación como representante gremial ante las autoridades deportivas del país, abriendo un nuevo capítulo digno para el fútbol nacional.
Con Información de Venezuela Fútbol
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